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Agradecemos a Dios por su vida y el deseo de capacitarse para servir al Señor de manera eficaz. La decisión que usted ha tomado de hacer este Seminario es un comienzo maravilloso de una nueva y emocionante etapa de su vida que le llevará a involucrarse en el Ministerio de una manera determinante. La sociedad actual demanda de personas interesadas en producir cambios que lleven a una recuperación de los valores morales y levanten el nivel spiritual. Restaurando así, a miles de personas que hoy se encuentran perdidas. A través de este Seminario recibirá las herramientas necesarias para que en prisiones, hospitales, escuelas, universidadesy muchos lugares másusted pueda ser una luz de esperanza a quienes necesitan ver unasalida y encontrarse can la verdad que es Cristo Jesús. Al transcurrir este Seminario y convertirse en capellán, le darán un estatus especial que gozan aquellas personas que han dejado de pensar en sí mismas para cumplir el mandato del Señor de ir y: “Sanar enfermos, resucitar muertos y limpiar leprosos”. Sabemos del esfuerzo económico y del tiempo que usted le está dedicando, lo cual será ampliamente recompensado con todo lo que recibirá y toda la labor que comenzará a desarrollar. Le animamos a ser fuerte y valiente, cumpliendo con cada lección, poniendo atención y llenándose de todo el conocimiento que se le está impartiendo. Toda la in formación y capacitación que recibe le orientarán a desarrollarse en las distintas esferas y áreas de servicio. Recuerde que usted se está encaminando a una función ministerial sin fronteras.
El deseo de ingresar a este Seminario no fue solo suyo, fue un sentir de Dios en usted. Para encaminarle en sus propósitos, nosotros le formaremos para que ese propósito se desarrolle en y a través de usted de manera muy especial. Estamos a su entera disposición para escucharle, orientarle y  proporcionarle toda la información que usted requiera.
Atentamente